Que es la propiocepción y para que la usamos en nuestros tratamientos de fisioterapia en FisioClinics Logroño

La propiocepción es un sentido que nos hace ser conscientes de nuestro cuerpo por sí mismo y su relación con el entorno. Este conocimiento del propio cuerpo se puede trabajar con ciertos ejercicios que en nuestras instalaciones de Logroño te podemos enseñar, nuestros profesionales son fisioterapeutas altamente capacitados en la realización de ejercicios supervisados y adaptados a cada persona, tanto por patologías como para perfeccionamiento de gesto deportivo o prevención de futuras lesiones.

En FisioClinics Logroño brindamos tratamientos fisioterapéuticos para diversas lesiones, los cuales  incluyen el trabajo propioceptivo, con la finalidad de devolver la funcionalidad en el menor tiempo posible

Como ya hemos comentado, la propiocepción es un sentido que tenemos en nuestro cuerpo que nos ayuda a saber como está nuestro cuerpo entre las distintas partes corporales, parados o en movimiento, como su relación con el entorno. Es decir, es un sistema que percibe la postura y el equilibrio.

Este complejo sistema se origina en los receptores que tenemos en músculos, unión musculo-tendón, dentro de la cápsula articular y ligamentos, en la piel, así como en el aparato vestibular del oído y la vista. Se trasmite por el sistema nervioso hasta que llega al sistema nervioso central (medula y cerebro), que es el encargado de ofrecer una respuesta dando instrucciones de como contraerse a los músculos y de ofrecer un buen sostén a la cápsula articular y los ligamentos. Con toda esta información se realiza un movimiento más eficaz y coherente.

El objetivo de estos ejercicios es entrenar distintas situaciones que conduzcan a mayor solicitación muscular o de los ligamentos para que demos una respuesta adecuada sin movimientos exagerados y de una forma automática, sin que se dé una respuesta racional, que haya que pensarla.  Para ello, la conjunción de todos los sistemas tienen como objetivo que el movimiento sea exacto con la correspondiente acción conjunta de los músculos agonistas-antagonistas, que realizan un movimiento exacto, sin movimientos parásitos.

Cuando existen lesiones se disminuye la información propioceptiva dando como resultado ser más propenso a sufrir más lesiones.

Se trabaja mediante ejercicios específicos que tienen que seguir una serie de pautas. Deben ser ejercicios diferentes, con una progresión en la dificultad y adaptación a las cualidades de la persona que lo realiza (si es para rehabilitación de una lesión, para perfeccionamiento de ciertos gestos deportivos o para la prevención de lesiones). Así mismo la persona debe prestar atención a lo que está sintiendo y poner concentración para poder llegar al máximo de sus capacidades.

Para todo esto se trabaja con la persona provocando situaciones en las que la persona tiene que ser consciente de su propio cuerpo y nos podemos ayudar de ciertos aparatos que provoquen desestabilizaciones para ayudar a dar respuestas de control de la situación. Estos aparatos pueden ser superficies inestables como planos inclinados, pelotas, bases inestables… así como una persona que ayude a provocar estos desequilibrios.

Pongamos un ejemplo: Mejorar la propiocepción del tobillo:

Hay que tener en cuenta si la persona ha sufrido una lesión o simplemente es para mejorar un gesto deportivo. Así pues, se hace una valoración de las capacidades de esa persona en cuanto a fuerza, movilidad, etc

Sí, por ejemplo, ha habido un esguince, iremos trabajando ciertos gestos partiendo desde 0, primero con movimientos suaves para que se vaya tomando consciencia del movimiento de la articulación del tobillo, luego metiendo objetos externos como pelotas en superficies estables y por último el trabajo en superficies inestables como el bosu 

Cuando no ha habido lesión y se quiere perfeccionar técnica, nos adaptaremos a la condición de la persona y el deporte en el que se quiere mejorar la técnica