La parálisis facial periférica o parálisis de Bell es un síndrome agudo que afecta al nervio facial que provoca debilidad o parálisis de la musculatura de la cara, afectando a movimientos voluntarios, reflejos y automáticos. Generalmente, es unilateral, afecta solo a una mitad de la cara, es temporal, la recuperación total se da aproximadamente a los 6 meses, aunque un bajo porcentaje de gente puede seguir con algunos síntomas a lo largo de su vida. En nuestra
sede de FisioClinics Logroño contamos con profesionales altamente capacitados con conocimientos en la aplicación de diversos
métodos fisioterapéuticos para el tratamiento de esta patología, quienes te atenderán de manera oportuna.
Anatomía del nervio facial
El nervio facial es un nervio que se origina en la corteza cerebral y termina en los músculos que inerva. Es un nervio mixto, es decir, contiene fibras motoras que controlan la expresión de la cara y sensitivas que perciben la sensibilidad del oído, amortiguación de los sonidos fuertes, controla la producción de lágrimas y saliva y la parte anterior del gusto en la lengua. Se divide en dos ramas:
- Rama cervico-facial: recoge información y controla algunos músculos de mandíbula y cuello
- Rama temporo-facial: recoge información y controla algunos músculos de parte frontal hasta la mandíbula superior.
Síntomas de la parálisis facial
Los síntomas varían mucho en función de la persona y el alcance de la lesión. Algunos de ellos son:
- Debilidad o parálisis de los músculos de la mitad de la cara afectada, aspecto de caída de los músculos, sin expresión y sin surcos.
- Fasciculaciones o movimientos involuntarios de los músculos.
- Dificultad para mover la boca del lado afectado con decaimiento hacia abajo y el lado afectado.
- Dificultad para cerrar el ojo
- Ausencia de lágrimas y/o saliva provocando sequedad en ojos y boca
- Ausencia de gusto en la parte anterior de la lengua
- Dolor facial y/o cabeza
- Dolor de oído con ruidos fuertes
Estos síntomas pueden presentarse todos a la vez o solo algunos dependiendo de la gravedad y del nivel de afectación del nervio. Frecuentemente empiezan de manera repentina llegando al máximo a las 48 horas.
Causas
La causa de la parálisis facial es el daño o inflamación del nervio facial. En la mayoría de los casos es idiopática (no se conoce la causa que lo provoca), aunque también lo puede provocar traumatismos craneales, tumores, infecciones bacterianas o víricas, exposición a agentes tóxicos, enfermedades metabólicas, el frío o de forma congénita (síndrome Moebius).
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza mediante un examen físico centrado en valorar la movilidad voluntaria de los músculos de la cara a través de unos movimientos estandarizados junto con preguntas sobre la clínica y sintomatología. Algunas pruebas complementarias que se pueden realizar son: análisis de sangre, TAC, resonancia magnética, electromiografía. Es importante realizar un diagnóstico precoz para evitar el deterioro de la musculatura denervada.
Tratamiento
El tratamiento para la parálisis facial es combinado mediante medicamentos y fisioterapia y varía en función del nivel de afectación que padezca la persona.
Los medicamentos comunes que se prescriben son:
- Corticoesteroides para reducir la inflamación alrededor del nervio
- Antivirales y antibióticos si la causa es por infección vírica o bacteriana
- Analgésicos para aliviar el dolor.
- Tratamiento mediante vitaminas para reforzar la recuperación del nervio.
- En caso de afectación ocular se prescriben cuidados locales para evitar la aparición de ulceras corneales, por la sequedad.