La tendinitis del tendón de Aquiles es una respuesta inflamatoria del tendón y/o de la vaina tendinosa que lo rodea (tenosinovitis) y puede ser de forma repentina o de forma gradual. Suele ser transitoria pero si se cronifica pueden aparecer cambios estructurales dentro del tendón que provocan una degeneración, pudiendo llegar a producirse desgarros. En FisioClinics Logroño contamos con el servicio de terapia con ondas de choque, un tratamiento muy efectivo para esta patología.
El tendón de Aquiles es el tendón más fuerte del cuerpo y se encuentra en la parte posterior de la pierna. Es un tendón común a tres músculos o tríceps sural: sóleo, gastrocnemio o gemelo interno y gastrocnemio o gemelo externo y se inserta en el hueso calcáneo del pie. Su función es la de realizar la flexión plantar, es decir, que se solicita al andar, correr o saltar. Es más frecuente su lesión a partir de los 30 años y tiene más incidencia en mujeres y deportistas, su recuperación es lenta debido a la mala vascularización de la zona. En nuestra sede de fisioterapia en Logroño contamos con profesionales altamente capacitados para tratar este tipo de lesión, quienes a través de una visión integrativa en Fiit - Concept, evaluaran los diversos factores que pueden incidir en dicha patología.
Causas de la tendinitis del tendón de Aquiles
Las causas mecánicas de esta tendinitis son varias:
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Aumento de intensidad y/o cantidad de la actividad deportiva que implique carrera o saltos, entrenamiento en suelos duros, pendientes, etc.
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Actividades de sobrecarga del tendón así como patrones posturales (pronación del pie, pie plano, pie cavo…)
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Calzado poco adecuado y el uso prolongado de tacones.
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Traumatismos directos en el tendón
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Musculatura rígida de gemelos o soleo
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Consecuencia de artritis, espolón o fascitis plantar por compensación en la pisada.
Otra visión desde la fisioterapia integrativa (Fiit concept)
En nuestra visión Fiit concept o fisioterapia integrativa consideramos otras causas además de las causas mecánicas existen factores viscerales, cuando un órgano se encuentra en disfunción provoca una serie de alteraciones mecánicas que pueden llegar a ocasionar una tendinitis aquilea. Una disfunción de la vejiga provoca un bloqueo lumbar ocasionando asimetrías musculares de la zona lumbar, pelvis y extremidad inferior pudiendo llegar a una tendinitis del tendón de Aquiles. El estrés, la dieta o ciertas emociones como la desesperanza o la vergüenza como consecuencia de la culpa son factores que favorecen la disfunción de la vejiga.
Síntomas y diagnóstico de la tendinitis aquilea
Los síntomas que presenta son:
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Dolor y sensación de quemazón con la actividad que cede en reposo (al inicio de la lesión), cuando se cronifica el dolor es continuo
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Dolor a la palpación directa del tendón
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Hinchazón y enrojecimiento en la zona de la inflamación.
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Dificultad para caminar, saltar y ponerse de puntillas ya que se ve disminuida la flexión plantar
Para el diagnóstico nos basamos en signos y síntomas, pero para un correcto diagnóstico es recomendable hacer una ecografía, ya que ahí es donde realmente se ve el alcance de la inflamación.
El tratamiento mediante ondas de choque en la tendinitis crónica del tendón de Aquiles.
En las tendinitis agudas del tendón de Aquiles que no ceden con las sesiones de fisioterapia o las que están cronificadas las ondas de choque es un tratamiento altamente efectivo. Su función es de estimular los tejidos lesionados y acelerar el proceso de curación mediante la agudización de los procesos crónicos. Las funciones que hace dentro del cuerpo son de disminución de la inflamación, creación de nuevos vasos sanguíneos, estimulación del colágeno y disolución de calcificaciones. El número de sesiones indicadas es entre 3 y 5 sesiones, una a la semana y con una duración de 10 minutos aproximadamente para notar mejoría e incluso la curación
Este tratamiento queda contraindicado en mujeres embarazadas por precaución, cuando existe alteración de la coagulación o se están tomando medicamentos anticoagulantes o con la existencia de tumores sistémicos.
Además del tratamiento con ondas de choque es conveniente complementarlo con otras técnicas como:
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Masaje y estiramientos musculares para normalizar la musculatura.
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Pautas alimentarias
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Fitoterapia o tratamiento con plantas medicinales para mejorar la función de los órganos en disfunción.
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Diatermia – tecarterapia para mejorar la calidad de los tejidos lesionados