Muchas molestias musculares, articulares o posturales tienen su origen —o su solución— en una parte del cuerpo que suele pasar desapercibida: los pies. Las alteraciones en el apoyo plantar pueden influir negativamente en las rodillas, la cadera, la columna o incluso en el equilibrio.
Por eso, el trabajo conjunto entre fisioterapia y podología es fundamental para tratar estas disfunciones de forma global y eficaz. En FisioClinics Logroño, integramos ambas disciplinas para detectar y tratar desde el origen problemas de marcha, dolor y desequilibrio estructural.
¿Por qué es importante un buen apoyo plantar?
El pie es la base del cuerpo en bipedestación. Cualquier alteración en su forma, movilidad o apoyo puede desencadenar compensaciones a nivel de:
- Rodillas (dolor rotuliano, inestabilidad).
- Caderas (sobrecarga, trocanteritis).
- Columna lumbar (lumbalgias recurrentes).
- Cervicales (compensaciones posturales).
- Marcha (cojeras, apoyos asimétricos).
Por ello, el análisis y tratamiento del pie es clave en fisioterapia, incluso si el dolor aparece “lejos” de esta zona.
¿Qué tipos de alteraciones plantares existen?
Entre las más comunes encontramos:
- Pie plano: hundimiento del arco interno.
- Pie cavo: arco excesivamente elevado.
- Pronación excesiva: el pie se “vuelca” hacia adentro.
- Supinación excesiva: el peso recae sobre el borde externo.
- Dismetría o pierna corta funcional.
- Metatarsalgias: dolor en la base de los dedos.
- Fascitis plantar o espolones calcáneos.
Estas condiciones modifican la distribución de cargas y generan un patrón de marcha ineficiente.
¿Cómo se trabaja en conjunto fisioterapia y podología?
En FisioClinics Logroño realizamos un trabajo coordinado entre fisioterapeutas y podólogos, que incluye:
1. Estudio de la pisada y la marcha
Se valora cómo apoya el pie en estática y dinámica mediante plataformas de presiones, observación clínica y grabaciones en vídeo.
2. Valoración fisioterapéutica global
Se analiza cómo afecta esa alteración a la cadena muscular ascendente: tensiones, dismetrías, dolor articular.
3. Tratamiento manual fisioterapéutico
El fisioterapeuta trabaja con terapia manual, liberación miofascial y reeducación postural para corregir compensaciones.
4. Plantillas personalizadas
El podólogo diseña soportes plantares adaptados a la pisada del paciente, que corrigen el apoyo y reparten mejor las cargas.
5. Ejercicios y propiocepción
Se pautan ejercicios para fortalecer el arco plantar, mejorar el equilibrio y reeducar la marcha.
¿Qué problemas se benefician de este abordaje interdisciplinar?
- Fascitis plantar y espolón calcáneo.
- Dolor de rodilla crónico sin causa aparente.
- Inestabilidad de tobillo o esguinces repetitivos.
- Lumbalgias asociadas a alteración postural.
- Tendinitis rotuliana o aquilea.
- Pie diabético (prevención de úlceras y control de presiones).
- Dolores musculares recurrentes en miembros inferiores.
¿Cuánto tiempo dura el tratamiento?
El trabajo con plantillas suele mantenerse durante varios meses, mientras que la fisioterapia se adapta a la evolución de cada paciente. Lo importante es corregir el patrón de marcha y eliminar las compensaciones para evitar recaídas.
Conclusión
El trabajo conjunto entre fisioterapia y podología es una estrategia muy potente para tratar problemas de base postural y de apoyo plantar. Si padeces dolores musculares o articulares persistentes, puede que la clave esté en tus pies. En FisioClinics Logroño, te ayudamos a recuperar la armonía en tu cuerpo desde la base.