Pasar por un proceso de cáncer de mama implica no solo una lucha médica, sino también una etapa de recuperación física y emocional que suele ser larga y desafiante. La cirugía oncológica (ya sea una mastectomía o una cirugía conservadora), junto con los tratamientos asociados como la radioterapia o la quimioterapia, puede dejar secuelas funcionales importantes.
La fisioterapia oncológica juega un papel fundamental en esta etapa. En FisioClinics Logroño, ayudamos a las mujeres a recuperar movilidad, fuerza, control postural y bienestar tras la intervención.
¿Qué secuelas puede dejar la cirugía oncológica de mama?
Entre las más comunes encontramos:
- Limitación de movimiento del hombro y brazo afectado.
- Dolor en la axila o en la zona quirúrgica.
- Cicatriz adherida o dolorosa.
- Linfedema (acumulación de líquido en el brazo).
- Pérdida de fuerza muscular.
- Cambios en la postura y en la imagen corporal.
- Fatiga crónica y emocional.
Estas secuelas no solo afectan a nivel físico, sino también emocional, dificultando la vuelta a la vida cotidiana con normalidad.
¿Cómo ayuda la fisioterapia tras la cirugía?
La fisioterapia debe comenzar lo antes posible tras la intervención, siempre que el equipo médico lo autorice. El tratamiento se adapta a cada fase de la recuperación:
1. Fase inicial (semanas 1-3)
- Educación postural.
- Ejercicios suaves de movilidad.
- Respiración diafragmática y relajación.
- Cuidados básicos de la cicatriz.
2. Fase intermedia (semanas 3-8)
- Estiramientos y movilización activa.
- Masaje y técnicas para la liberación de la cicatriz.
- Comienzo del trabajo de fuerza progresiva.
- Prevención del linfedema con drenaje linfático manual si es necesario.
3. Fase avanzada (a partir de 2-3 meses)
- Ejercicios funcionales para recuperar la autonomía.
- Reentrenamiento postural y propioceptivo.
- Tratamiento específico del linfedema (si existe).
- Activación del core y del suelo pélvico.
¿Qué técnicas específicas se utilizan?
- Terapia manual descontracturante.
- Movilización de cicatriz y fascia torácica.
- Drenaje linfático manual.
- Ejercicios terapéuticos personalizados.
- Osteopatía si hay restricciones viscerales o posturales.
- Técnicas miofasciales para reducir adherencias.
¿Qué papel tiene la fisioterapia en el linfedema?
El linfedema es una de las complicaciones más temidas tras la extirpación de ganglios. Se caracteriza por inflamación del brazo debido a la acumulación de linfa. La fisioterapia puede:
- Detectarlo en fases precoces.
- Aplicar drenaje linfático manual.
- Enseñar ejercicios de activación muscular y circulación.
- Indicar el uso de prendas de compresión.
- Mejorar la calidad de vida y reducir el volumen del edema.
¿Y el abordaje emocional?
Es frecuente que las pacientes experimenten:
- Cambios en la imagen corporal.
- Miedo a moverse.
- Sensación de vulnerabilidad.
- Ansiedad o bloqueo emocional.
La fisioterapia también tiene en cuenta este aspecto y busca reconectar a la paciente con su cuerpo, recuperar la confianza en su movimiento y acompañar en el proceso de reconstrucción emocional.
Conclusión
La fisioterapia tras una cirugía oncológica de mama es clave para la recuperación física, emocional y funcional de la mujer. Con un tratamiento individualizado y progresivo, es posible recuperar movilidad, prevenir complicaciones y volver a sentirse fuerte y segura. En FisioClinics Logroño, te acompañamos en esta etapa con sensibilidad, profesionalidad y compromiso.
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